El pasado viernes 16 de junio presentamos la actualización de la continuidad del proyecto Rassif en la Universitat Pompeu Fabra (UPF). Fue un año después de la presentación del proyecto en la Facultat de Comunicación de la misma universidad. Los tres días anteriores, el equipo vinculado al proyecto de Marruecos y de Catalunya, así como los y las jóvenes, participaron en talleres y seminarios alrededor de la migración, interculturalidad, violencias y discriminación.
Rassif es un proyecto que impulsamos desde Tánger, Casablanca y Barcelona para mejorar el trabajo en red en la defensa de los derechos de los niños, niñas y jóvenes que migran solos desde Marruecos, desde un enfoco transnacional y basado en los derechos humanos. Nació el año 2018 realizando un diagnóstico inicial de la situación de los jóvenes en proceso migratorio en Tánger y de los que habían llegado a Barcelona. Este diagnóstico permitió definir un modelo de intervención que actualmente el Casal dels Infants desarrolla con la Asociación AIDA y las entidades locales AICEED (Tánger) y Bayti (Casablanca).
Ampliación del proyecto Rassif
Después de la introducción a la jornada de la mano de Jordi Balló, director del Departamento de Comunicación de la UPF, y Vicenç Margalef, director de la Agència Catalana de Cooperació al Desenvolupament, Claire Trichot, directora del Casal dels Infants en Marruecos, procedió a presentar la continuidad del proyecto. Rassif trabaja con chicos y chicas menores que se encuentran en tránsito de un proceso migratorio y en situación de calle, así como con sus familias.
Este año, 640 menores han sido atendidos y 70 se han reencontrado con su familia. También, el proyecto ha ampliado su acción a jóvenes de otras nacionalidades a parte de la marroquina, y a las ciudades de Nador y Oujda, a parte de Tánger y Casablanca. «Este proyecto no tendría sentido sin la participación de los titulares de derecho, es decir, de los chicos y chicas. Tenemos que abordar las intervenciones desde su perspectiva», afirmaba.
Uno de los otros ejes de acción de Rassif es en la incidencia con las adiminstraciones públicas y la sensibilización de la ciudadanía. Así, este año se ha firmado una convención con instituciones públicas de Marruecos que permita activar políticas públicas a favor de la protección de los menores. Sobre todo, los que se encuentran en situación de calle y en movilidad. También se ha firmado un convenio con el síndic de greuges de Catalunya, y han estado participando en mecanismos de las Naciones Unidas. «Trabajamos para movilizar los actores. Sin respuesta colectiva seguiremos vulnerando los derechos y seguiremos constatando violencias continuadas hacia los y las menores y jóvenes», añadía Trichot.
Trabajo de investigación con la UPF
La jornada continuó con las presentaciones de los estudios de José Sánchez-García y Celia Premat, investigadores del proyecto Rassif del Departamento de Comunicación de la UPF. Sánchez-García, en su presentación de «Jóvenes magrebíes: marginalización y movilidad», recalcó la idea del mar Mediterráneo como «un mar de comunicación, no mar de frontera» y el papel de Rassif para intentar unir las dos orillas «porque las personas de los dos lados tengan los mismos derechos». Premat, presentando el estudio «Emancipación, discriminaciones y violencias de las migraciones juveniles», señaló los mecanismos de violencia, deshumanización, invisibilidad y asignación de etiquetas de los procesos migratorios. Estos a menudo pueden acabar definiendo las historias de vida de los que migran, así como el papel crucial de las familias en estos procesos.
El grupo motor de los y lás jóvenes y equipo educativo
Seguidamente, se dio voz a los protagonistas del proyecto: los y las mismas jóvenes. Hace un año, empezó un proyecto metodológico con la participación de los y las jóvenes de Rassif -seis de Barcelona y seis de Marruecos. Cada uno se emparejaba con un educador o educadora, y una vez al mes se reunían virtualmente para trabajar y coinvestigar temas relacionados con la migración. Lo hacían a través de diferentes herramientas, como fotografías, vídeos, entrevistas, cartografías, mapas de dolor y violencia, historias de vida y debates. «Me ha gustado mucho participar en el grupo motor porque me ha dado la posibilidad de opinar y porque mi experiencia sirva para mejorar la situación de las nuevas generaciones«, declaró Abdel, participante de Rassif en Barcelona.
Una mesa redonda alrededor de la juventud, los derechos humanos y los sistemas de protección cerró la jornada. Con las intervenciones de la secretaria de infancia, adolescencia y juventud de la Generalitat de Catalunya, Núria Valls, la adjunta de infancia del síndic de greuges de Catalunya, Aida C. Rodríguez, y la directora del Casal dels Infants, Rosa Balaguer, se habló de retos pendientes, de como disminuir las violencias y como mejorar una respuesta colectiva. «Un reto importante y no conseguido es superar la mirada estática de cada país. Es imprescindible tejer colaboraciones y construir puentes para la defensa de los derechos humanos de la juventud», concluyó Balaguer.
Tres días de talleres, charlas y actividades
La jornada del viernes cerró una semana con tres días de talleres, charlas y actividades donde participaron jóvenes, equipo de Marruecos, equipo de Barcelona y de la UPF. Se compartieron reflexiones y experiencias alrededor de los derechos de los y las jóvenes migradas y las violencias que sufren. Los martes reflexionaron sobre la inclusión o discriminación alrededor del género y la interculturalidad; el miércoles se centraron en los derechos humanos, la participación y la ciudadanía; y el jueves visitaron la exposición «De Gangland a Transgang» y compartieron un cine fórum sobre jóvenes y discriminación.