Hemos arrancado con las actividades de Escuela Suma, el programa de educación en valores del Casal dels Infants que trabaja codo con codo con las escuelas. Con el nuevo curso escolar, hemos reanudado nuestra actividad de sensibilización del alumnado sobre las desigualdades sociales, con la que queremos acercar a los alumnos y alumnas a realidades que a menudo sienten muy alejadas pero que pasan en sus ciudades, muy cerca de ellos .
En una de las primeras charlas de este curso, Tchacka Doumbia, ex participante del Servicio de Transición a la Autonomía del Casal y voluntario de Escuela Suma, y Aina Ruiz, técnica del proyecto, se desplazaron a la escuela Sagrat Cor de Sarrià para realizar la actividad «Podrías ser tú» con el alumnado de 6º de primaria.
La charla de sensibilización, enmarcada dentro de un itinerario formativo sobre migraciones que está estudiando el alumnado de la escuela, ha permitido a los niños y niñas escuchar en primera persona el testimonio de Tchacka, que migró solo desde Mali cuando tenía 15 años.
Testimonios en primera persona
Se aprende a través de la emoción, y estamos convencidas que la relación directa con los y las protagonistas es fundamental para transmitir, de forma testimonial y emocional, nuestra misión. Por eso ofrecemos charlas protagonizadas por chicos y chicas en situación de vulnerabilidad social participantes de las actividades del Casal dels Infants.
Son testimonios en primera persona de jóvenes de origen extranjero que han sufrido el racismo y la desigualdad, y lo han superado. Con estos testimonios, generamos debate e intercambio entre jóvenes del Casal y el alumnado, fomentando su empatía y reflexionando sobre desigualdad de oportunidades, procesos migratorios y discriminación.
Como ocurre siempre que visitamos escuelas con Tchacka, la actividad fue un éxito y la hora se nos quedó corta. Manos alzadas de los niños y niñas que todavía querían seguir haciendo preguntas, sabiendo más cosas sobre la historia de Tchacka.
Una actividad que fomenta el empoderamiento y la empatía
Cuando nos despedíamos, sin darnos cuenta los y las alumnas ya lo habían rodeado, pidiéndole que les chocara las manos, hacerse una foto… Y Tchacka se ha sentido protagonista y quizá, incluso, un poco importante. No le debe pasar demasiado a menudo en su día a día, donde sigue encontrándose con el racismo y la discriminación de muchas personas. Pero hoy, para estos niños y niñas Tchacka era la estrella. Porque con la actividad “Podrías ser tú” no sólo conseguimos acercar al alumnado a las historias de vida de estos chicos y chicas en situación de vulnerabilidad social y generar empatía, sino que también ayudamos a los jóvenes a ganar confianza y seguridad, a empoderarse, y darles más herramientas para salir adelante.
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