En el Casal dels Infants comenzamos el curso 2018-2019 con el reto de seguir acompañando a más de 7.300 niños y niñas, jóvenes y familias en situación de vulnerabilidad. Y lo hacemos ofreciendo 60 servicios educativos, de recreo y de participación comunitaria que les permitan avanzar hacia la superación del riesgo de exclusión social.
Un septiembre más, nos ponemos a trabajar codo con codo con las escuelas y los institutos de los barrios donde actuamos, con el objetivo de ofrecer una atención educativa que supere el horario lectivo. Queremos que los chicos y chicas que tienen más necesidades tengan por la tarde espacios de refuerzo escolar y de recreo para consolidar, de una manera más lúdica, lo que hayan aprendido en la escuela.
Así, mantenemos la colaboración y el trabajo en red con los institutos Milà i Fontanals y Miquel Tarradell del barrio del Raval de Barcelona; el instituto Barri Besòs; la escuela Cascavell y el Institut Escola Sant Adrià de Besòs en el área del Besòs y La Mina; las escuelas les Deveses y Silvestre Santaló y el instituto Salvador Espriu de Salt; las escuelas Tanit, Gaudí, Miguel de Unamuno y los institutos Rafael Alberti, Rafael Casanova y el instituto Eugeni d’Ors de Badalona.
De esta manera, queremos sumar esfuerzos para revertir situaciones como la del fracaso escolar. Según un estudio reciente del Centre d’Estudis Demogràfics de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), en Catalunya el 10% de alumnos de escuelas públicas no obtienen el grado de ESO. LA proporción de alumnos que caen en el fracaso escola, sin embargo, es todavía más significativa si sus padres han nacido en el extranjero (un 17,3%) o si nacieron en el extranjero y llegaron a Catalunya con 7 o más años (el 29,2%).
Teniendo en cuenta que en los barrios donde actuamos hay un elevado porcentaje de la ciudadanía que ha vivido procesos migratorios, queremos contribuir a lograr que el origen del alumnado o de sus familias no condicione su éxito académico. Y lo queremos hacer con la participación activa de las familias, acercándolas a los demás recursos y servicios de cada barrio.
Nueva sede en La Mina, jóvenes e incidencia
Una de las novedades del curso será el inicio de las obras de construcción de la nueva sede del Casal dels Infants del Besòs y La Mina, prevista para el año que viene. Este nuevo espacio no sólo supondrá una mejora de nuestras instalaciones, sino que quiere ser un punto de encuentro que dinamice la participación comunitaria de las familias del barrio de La Mina y el trabajo en red con los agentes educativos del territorio.
Tampoco queremos dejar de dar voz a los jóvenes, dotándoles de espacios de participación y recursos que refuercen su autonomía. En el Casal Jove Atles del Raval, por ejemplo, los chicos y chicas pronto empezarán a participar en un taller de radio semanal en colaboración con la Ràdio Ciutat Vella, impulsada por la Associació de Veïns del Raval.
En cuanto al Programa de Fromación e Inserción Sociolaboral, este curso ofrecerá un centenar de plazas de formación para jóvenes en cursos de Hostelería y cocina (Barcelona), Acondicionamiento urbano y jardinería (La Mina) y Limpieza Industrial (Badalona). La Xarxa d’Accés al Treball (XAT) aumentará la carga lectiva dedicada a la enseñanza del catalán y el castellano, teniendo en cuenta que las competencias lingüísticas son fundamentales para mejorar la ocupabilidad de los jóvenes.
En mayo se celebrarán elecciones municipales, y como hacemos habitualmente en períodos electorales, este curso queremos volver a trasladar al debate público nuestros posicionamientos y propuestas para revertir las desigualdades. Nos pondremos en contacto con los partidos políticos para reivindicar políticas públicas relacionadas con los derechos de la infancia, la juventud y las familias. Especialmente en relación a derechos básicos que se les están vulnerando, como el acceso a la vivienda, la regularización administrativa de las personas inmigradas y la situación de segregación escolar que se da en muchos municipios catalanes.
Por todo ello, seguiremos necesitando la suma de esfuerzos de la ciudadanía, de nuestra red de empresas colaboradas y de las administraciones públicas. La movilización de las personas voluntarias, nuestro principal rasgo identitario desde que nacimos como asociación en 1983, seguirá siendo clave en nuestra lucha para revertir las desigualdades. También lo será la solidaridad de la ciudadanía que nos pueda apoyar a través de donativos. Entre todos y todas, pues, haremos posible un curso en el que los niños y niñas que acompañemos, sea cual sea su situación social, puedan salir adelante.