En una sala arrinconada del Casal dels Infants del Raval, cinco chicas trabajan en silencio y bien concentradas para acabar de perfeccionar los dibujos que tienen delante. Con papel y lápiz, y la nariz bien cerca de la mesa, las chicas representan las partes de su cuerpo que las hace sentir empoderadas. Manos, ojos, labios.
Esta tarde lluviosa de martes, las chicas del Espacio Adolescente del Raval la dedican al proyecto ‘Niñas en tinta’, que consiste en crear un espacio seguro para chicas adolescentes, donde se aborda la autoestima, el autoconcepto, el pensamiento crítico y la amistad a través del lenguaje artístico, según explica Tamara Díaz, creadora del proyecto y diseñadora gráfica.
«El objetivo principal de ‘Niñas en tinta’ es propiciar ambientes seguros para chicas, donde puedan reflexionar, conversar y vincularse entre ellas y, al mismo tiempo, puedan hacer un proceso de diálogo interno y plasmarlo en los proyectos artísticos que trabajamos», detalla.
El proyecto ‘Niñas en tinta’
El proyecto se compone de ocho sesiones, ocho tardes compartidas con las compañeras, Tamara y Belén, educadora del servicio y referente de las chicas. A cada sesión, se trabaja con una técnica artística y una actividad que introduce, de manera directa, un tema que activa este diálogo interno con el objetivo de reforzar su autoimagen, como, por ejemplo, pensar en las fortalezas de cada una y representarlo en un collage.
En la sesión de esta tarde, entre papeles, lápices de colores, retales, reglas, gomas, gubias, los collages y los fanzines que han trabajado en sesiones anteriores, las chicas imprimen sus dibujos a través de la técnica del linograbado. Después de plasmar su dibujo en una hoja de linóleo, lo graban en negativo con la ayuda de gubias. La hoja de linóleo se pinta con tinta negra y, por último, se imprime sobre papel.
La creación artística es un facilitador para comunicar y expresar estas reflexiones. «Al ser enfocado en el arte, no hay errores, no hay juicios, es más libre. Se trata de interpretaciones propias que se reflejan de forma artística, y crea un clima de concentración, de planificación y organización», declara Tamara.
Además, este contacto tan cercano con el arte, sus técnicas y material, es una oportunidad para las chicas para aprender sobre una nueva disciplina y descubrir nuevos intereses. «Este proyecto me ha ayudado mucho porque antes no me gustaba ni dibujar ni pintar, y ahora me encanta», explica Nadia, de 14 años, participante del Espacio Socioeducativo del Raval.
Reforzar la autoestima y la amistad en la adolescencia
A medida que avanza la tarde, la concentración se mantiene, a pesar de que el silencio se vaya rompiendo por alguna canción de Morad y conversaciones entre las chicas. Hablan del instituto, de compañeros y compañeras del Casal, de amigos y amigas, hacen bromas y ríen. Esto es, en esencia, lo que persigue el proyecto: un espacio seguro y de curas entre chicas adolescentes, donde conversar, vincularse, conocerse entre ellas y a una misma; un espacio donde reforzar la amistad.
«La adolescencia es una etapa vital donde empiezas a construir tu imagen, el autoconcepto y la autoestima; es complicada porque sales de la infancia y entras en la juventud, empiezan las presiones sociales y los estereotipos de género. Tener la consciencia de quien soy, qué fortaleces tengo y qué puedo mejorar genera una base sólida para establecer límites y empezar a definir como andarás de aquí en adelante», concluye Tamara.