Para alguien que no lo sepa: ¿qué acompañamiento ofrecéis en Vincles y al grupo de pequeños del centro abierto, donde eres educadora?
Vincles es un proyecto maternoinfantil en el que trabajamos con madres, niños y niñas de 0 a 3 años, y nuestra intervención diaria es ofrecer actividades compartidas para las madres y los hijos, para que creen red, refuercen su vínculo, adquieran lenguaje y ganen una serie de habilidades y competencias que les ayudan a mejorar la relación con sus hijos. En el caso de los Pequeños, que es el grupo de centro abierto de 3 a 5 años, nuestra intervención se basa básicamente en los niños y niñas, en ofrecerles actividades socioeducativas durante las tardes, pero también en gran parte en la implicación de las familias, que forman parte del cotidiano de estos niños y niñas.
¿Cómo se ha visto alterada esta rutina con el confinamiento?
Con el tema del confinamiento, toda esta actividad se ha parado, y ahora, sobretodo, a través de los móviles que nos facilitaron, nuestra vía de comunicación con las familias y los niños y niñas es el teléfono. Desde el primer momento les hemos informado de que estábamos aquí, que, aunque los locales del Casal cerrasen, nosotros seguíamos trabajando, que teníamos un teléfono de contacto y haríamos un seguimiento con ellas para ver cómo estaban y qué situación tenían.
Y a raíz de estas llamadas, ¿qué situaciones habéis detectado en las familias que acompañáis?
Nos hemos dado cuenta de que había familias que más o menos iban tirando, en su día a día, con su trabajo, su economía sumergida, sus ingresos, pudiendo pagar sus alquileres, los gastos de la casa… ¿Y qué ha pasado? Que con el confinamiento su actividad económica se ha parado y nos hemos encontrado con familias que de un día para otro se han quedado con cero ingresos. Y, sobretodo, estas familias que trabajaban sin contrato, sin ayudas. Estas familias han sido nuestra prioridad. No tenían ningún tipo de referencia por parte de servicios sociales, porque, más o menos, iban tirando.
Ante estas situaciones de emergencia, ¿qué respuesta hemos podido dar desde el Casal dels Infants?
Ante estas situaciones que nos hemos ido encontrando, desde el Casal se han ofrecido distintas ayudas. Una de ellas han sido los kits educativos, con material escolar, manualidades y juguetes, para esas familias con hijos e hijas que se han encontrado que en casa no tenían nada de eso. Se ha ayudado a repartir las tarjetas, porque servicios sociales o la administración no dan abasto. También se ha podido ayudar, en algunos casos, a nivel económico a las familias que más lo necesitaban. De cara a los niños y niñas que van a la escuela y a los adolescentes, en Badalona se han repartido algunas de las 65 tables dadas por Amazon entre esos jóvenes y adolescentes que no tenían ninguna herramienta para poder seguir el ritmo de la escuela o conectarse con nosotros porque no tenían estos dispositivos. Porque sí que nos hemos encontrado con muchas familias que, a nivel de medios tecnológicos o acceso a internet, no lo tenían. Desde el Casal hemos podido ayudar. No a todos, pero sí a bastantes familias.
¿Cómo habéis adaptado las actividades cotidianas durante el confinamiento?
En un primer momento, desde los diferentes servicios, tanto Vincles como centro abierto, creamos blogs con actividades para que las familias se pudieran conectar, enviábamos vídeos, links… Pero luego vimos que faltaba más este contacto y esa relación más directa. Desde hace dos semanas, hemos empezado a realizar actividades en directo con los niños y niñas y las familias, para que se conecten, para que nos vean, para poder preguntar “qué tal”… Nos estamos colando en sus casas, ellos se cuelan en la nuestra… Una vez por semana, con el grupo de 3 a 5 años nos conectamos y un día hacemos actividades deportivas, otro manualidades… Y también hemos creado el café con las familias, porque, a raíz de los directos con los niños y niñas, sí que veíamos que las famílias tenían mucha necesidad de hablar, de charlar entre ellas, de preguntarnos, de contar… y a veces colapsaban un poco el espacio para los niños y niñas. Ahora estamos ofreciendo un espacio donde nos conectamos, resolvemos dudas, las familias hacen red, se ayudan… Damos mucha información, como si pueden o no salir a la calle. Nuestra prioridad ahora es sobretodo esto: continuar realizando un seguimiento telefónico con las familias para ver cómo están, tanto a nivel económico como emocional. Muchas de ellas tienen poca red de apoyo y necesitan llamarte.
¿Crees que han sacado alguna cosa positiva los niños, niñas y familias, de esta crisis?
Sí, que muchos padres y madres están buscando espacios para realizar actividades compartidas con sus hijos que hasta ahora no hacían. Están haciendo manualidades, cocinando, haciendo pasteles, galletas, pan, ejercicio… Y quizás antes, en su día a día, estos espacios no los tenían, porque era llegar a casa, ducharse y a dormir… Como mucho, el fin de semana salían al parque. Muchas lo dicen: “Antes esto no lo hacíamos y ahora lo estamos haciendo”. Y están creando, con el poco material que tienen en casa: hacen manualidades, aprovechan material reciclable… Nosotras, como educadoras, parece mentira, pero a través del móvil y de internet nos estamos acercando mucho a nuestras familias, y ellas a nosotras. Nos preocupamos por ellas, y ellas por nosotras. A mi me llaman, y cuando no contesto un WhatsApp me dicen: “¿Pero qué te ha pasado Irene? ¿Estás bien?” Como para muchas eres la única vía de conexión con el exterior, se crea una red y un vínculo que es bonito. Esperamos que esto continúe una vez podamos volver a la actividad normal.