Una treintena de chicos y chicas con dificultades para conseguir trabajo se forman en el Casal de Badalona-La Betsaida y en varias empresas para ganar autonomía y confianza y salir adelante.
La Renta Mínima de Inserción es una ayuda que reciben algunas personas en riesgo de exclusión social que no tienen ingresos suficientes para alcanzar unas condiciones de vida digna. Estas personas, que no tienen trabajo y a menudo entran en una espiral de dificultades de las que les cuesta mucho salir, son las participantes en el Curso de Atención al Cliente y Comercio que el Casal de Badalona-La Betsaida imparte bajo el programa MARMI (Itinerarios de Inserción para personas en situación de desempleo y perceptoras de la renta mínima de inserción) que cuenta con el apoyo del Departamento de Trabajo, Asuntos Exteriores y Familias de la Dirección General de Economía Social, el Tercer Sector, las Cooperativas y la Autoempresa de la Generalidad de Cataluña y el Fondo Social Europeo.
«Creemos en el potencial de aprendizaje y mejora de las personas y, para desarrollarlo, hemos creado una formación destinada no sólo a la adquisición de conocimientos y habilidades, sino también al fortalecimiento de aquellas con las que ya cuentan», explica José Roldán, responsable de los programas de formación del Casal, que no duda de la capacidad de las personas participantes de salir adelante «todas y todos necesitamos de un acompañamiento en algún momento difícil de nuestra vida, esto nos permite recuperarnos, ganar confianza y salir de él».
Los 30 chicos y chicas de hasta 35 años que participan en el curso, reciben una formación teórica y práctica con clases presenciales en el local del Casal de Badalona-La Betsaida y visitas formativas a las empresas. «Hemos visitado la sede de Mango, los puestos del Mercado del Ninot… El primer contacto con las empresas es esencial para los jóvenes, se sitúan, ven el camino y se motivan para salir adelante», explica la educadora del curso, Susana Rodríguez. Una vez terminado este módulo, los participantes harán 100 horas de prácticas en empresas de diferentes ámbitos vinculados a la atención al cliente y el comercio y, si tienen suerte, acabarán consiguiendo un trabajo.
Sin embargo, «no se trata sólo de conseguir un trabajo», matiza José Roldán, «sino más bien de adquirir una serie de habilidades, de competencias, de actitud y de conocimientos que les permitirán, a la larga, conseguir una oportunidad laboral».
Colaboran con el programa:
