Miembros de la dirección del Casal dels Infants ha ido al Congreso de los Diputados este miércoles 5 para presentar el Casal dels Infants y exponer la acción social y el acompañamiento a niños y jóvenes migrantes sin referentes familiares que llevamos a cabo, así como el análisis de la situación en la cual vive este colectivo, y de las políticas que les afecta.
La directora del Casal dels Infants, Rosa Balaguer, ha hablado delante de los y las miembros de la Comisión de Derechos de la Infancia y Adolescencia del Congreso de los Diputados. Después de la presentación, cada grupo parlamentario ha dispuesto de 3 minutos para hacer preguntas.
La ponencia ha comenzado con una breve introducción sobre la historia del Casal dels Infants, y el trabajo que hacemos día a día a través de 63 servicios socioeducativos, acompañando a más de 6.000 niños, jóvenes, madres y padres. Después de la reproducción del video ‘Donde nadie se queda atrás’, la ponencia se ha centrado en los procesos migratorios que menores hacen sin el acompañamiento de ningún referente familiar.
Balaguer ha explicado cómo a partir del 1992, comenzamos a detectar las primeras llegadas de niños y niñas no acompañados en Catalunya, que crecieron a principios del 2000. En 1999, en convenio con la Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia de la Generalitat de Catalunya, desde el Casal comenzamos a acompañar a estos niños y niñas, mayoritariamente provenientes de Tánger, en nuestros servicios socioeducativos. En 2002, este acompañamiento se concretó con el proyecto Marhaba, un espacio donde ofrecíamos actividades formativas y de inserción laboral y donde podían aprender catalán y castellano.
“Tratándose de menores de edad que llegaban sin referentes familiares, la prioridad tenía que ser defender y hacer prevalecer su interés superior como niños y niñas, tal como establece la Convención sobre los Derechos del Niño. Era y continúa siendo una obligación de las administraciones públicas asumir su tutela hasta la mayoría de edad”, ha destacado Balaguer.
Del lugar de destino nos desplazamos al lugar de origen, y desde el 2000 comenzamos a trabajar en Marruecos, a lo largo de los años hemos consolidado el equipo y la acción social, coordinándonos con una red de 16 asociaciones locales en Tánger y Casablanca que acompañan niños, niñas, jóvenes y familias en riesgo de exclusión social.
El discurso ha cogido un tono de denuncia al hablar de la actual situación de estos menores no acompañados. El año 2016 se produjo un aumento de llegada de menores extranjeros solos a España. En 2017, había cerca de 4.000 menores sin referentes en el estado, que llegaron a ser 14.000 en 2018. Balaguer ha denunciado la falta de previsión y la insuficiente inversión pública para garantizar los derechos de estos y estas menores, con un sistema de protección a la infancia con escasez de plazas y profesionales precarizados.
También, Balaguer ha descrito la reforma del Reglamento de Extranjería como “un gran paso adelante para estos chicos y chicas, y pone fin a la incoherencia que la ley establecía hasta ahora”. “No tenía ningún sentido”, ha continuado, “que todos los recursos destinados al sistema de acogida, los esfuerzos de las entidades sociales que sabemos que dan sus frutos, y sobre todo, de los chicos y chicas, cayeran en el saco roto delante del obstáculo de la regularización administrativa”.
A pesar de esta mejora, Balaguer ha subrayado la discriminación y estigmatización que estos jóvenes migrantes se encuentran más allá de conseguir la documentación, como los obstáculos para encontrar un piso donde vivir e independizarse, para conseguir recursos para su itinerario formativo y para encontrar trabajo.
Balaguer ha querido hacer una mención específica a la situación de las menores y jóvenes migrantes solas que, aun representando el 2%, como chicas están expuestas a situaciones graves de violencia en el proceso migratorio y también en la llegada, y son invisibilizadas. Desde el Servicio de Transición a la Autonomía (STA), servicio que ofrece un piso compartido a jóvenes en situación de sinhogarismo y la ayuda y el seguimiento de un itinerario de formación e inserción laboral, hemos impulsado un proceso de trabajo en red con otras asociaciones que trabajan con jóvenes migrantes sin referentes, para organizar encuentros y compartir conocimientos para mejorar el acompañamiento a estas jóvenes.
Se ha explicado también el proyecto Rassif, que impulsamos desde Tánger, Casablanca y Barcelona para mejorar el trabajo en red en la defensa de los derechos de los niños y jóvenes que migran solos desde Marruecos. «Las administraciones públicas españolas y marroquíes tienen la obligación de hacer que el interés superior de los y las menores prevalezca y de generar las condiciones necesarias para que los menores migrados puedan ejercer sus derechos», ha concluido Balaguer.
Para acabar la presentación, Balaguer ha apelado a los grupos políticos a no dar marcha atrás, sino al avanzar en la protección de los derechos de estos jóvenes, al centrar los esfuerzos en generar un trabajo compartido y coordinado entre comunidades autónomas, que responda a la movilidad de estos jóvenes, garantice sus derechos y les brinde nuevas oportunidades. «Rechacen y denuncien cualquier discurso que pretenda situarlos en la diana del odio y la discriminación, en lugar de priorizar su protección«, ha concluido.
Con tu apoyo, podremos continuar acompañando más de 6.000 niños, niñas, padres y madres en riesgo de exclusión social a través de 63 servicios socioeducativos.
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