El restaurante de Girona se une en la red de restaurantes solidarios que, codo con codo con el Casal, dará oportunidades formativas y de iniciación laboral a muchos chicos y chicas de la localidad del gironès.
El Casal está en Salt (Gironès) desde 2010 trabajando en red con las entidades, vecinos y vecinas de la comarca para ofrecer más oportunidades a los niños, jóvenes y familias con más dificultades.
El aula de Hostelería es el espacio que encuentran muchos chicos y chicas con dificultades para aprender una nueva profesión: la de ayudantes de camarero. “Cada uno de ellos y ellas sigue un itinerario formativo de inserción laboral y en muchos casos tienen la oportunidad de tener una primera experiencia laboral que les permite seguir formándose y ganar autonomía personal y profesional”, explica José Roldán, Responsable de formación del Casal dels Infants.
Pero para poder ofrecerles una formación de calidad es imprescindible la colaboración de la empresa privada. El Casal trabaja estrechamente con las empresas solidarias del sector de la hostelería que, como el restaurante el Pou, ofrecen a los jóvenes un espacio inigualable donde poner en práctica sus conocimientos y mejorar las competencias básicas, relacionales y técnicas adecuadas para trabajar.
El Restaurante El Pou de Girona suma, de este modo, su esfuerzo al del Casal para dar más oportunidades a 10 jóvenes de Salt. ”Recibirán un tipo de formación a la que difícilmente podrían acceder de otro modo, dado que se suelen impartir en centros privados, inaccesibles económicamente para ellos”, puntualiza Roldán, “la solidaridad de restaurantes como el Pou demuestra que, si nos unimos todas y todos, muchas personas pueden salir adelante y tener un futuro digno”.
A la cabeza ante el restaurante está Olga, que lidera un magnífico equipo de cocina y sala. Olga se volcó desde el primer momento en la colaboración con el Casal dels Infants, cediendo espacios para la formación de los jóvenes en su restaurante donde, desde el 8 de noviembre, también se pueden formar en servicio a los clientes durante 6 semanas. Una oportunidad única para muchos de ellos que, a menudo, tienen “el primer contacto con el mundo de la hostelería y, incluso, con un trabajo remunerado”.
El aula de Hostelería cuenta también con el apoyo del CNL (Consorcio para la Normalización Lingüística) que impartirá clases de catalán durante todo el periodo formativo para mejorar las competencias lingüísticas de los chicos y chicas. Es por eso que Roldán cree que “los jóvenes recibirán una formación muy completa, de calidad, que aumentará su competitividad para entrar al mercado laboral”. ¡Mucha suerte y buen trabajo!