La clase de informática empieza a las 10:30, pero Silvia, participante del programa Dona’t+ del Casal dels Infants de Badalona, se ha avanzado al resto de compañeras y ha llegado antes. Viene acompañada de su hija de un año y medio, que trae en un cochecito pero de tanto en cuanto sale espabiladamente para andar de un lado a otro. Para Silvia también es un rato para hablar con Iñigo, el educador del Espai Tecnològic Comunitari la Betsaida, con una mezcla de inglés y castellano, que está aprendiendo a las clases del Casal.
Silvia es una de las 15 mujeres que participan en el programa Dona’t+, un curso para la inserción al mundo laboral dirigido a mujeres recién llegadas con cargas familiares, con poco dominio del castellano y catalán y poca o nula experiencia laboral en Catalunya. Ha empezado este curso en el Casal dels Infants de Badalona, con el objetivo que estas mujeres puedan aprender el idioma, acercarse al mundo digital, enseñarles el mercado laboral actual y mejorar la autonomía diaria, creando una red de apoyo y vínculo entre ellas, mientras sus hijos e hijas están en la escuela.
El equipo educativo detectó que estas mujeres migradas se quedaban en casa cuidando del hijo o hija cuando este aún no estaba escolarizado, y que seguían haciéndolo cuando el niño iba a la escuela. Además, el único ingreso que recibían en las casas era el sueldo del marido, mientras que las mujeres que se quedaban en casa tenían el potencial para conseguir un trabajo y así mejorar los ingresos del hogar.
Para llegar a ellas, el equipo del Casal se coordinó con los agentes sociales del barrio para recibir derivaciones e hizo difusión con carteles impresos y redes sociales. “Como intentábamos llegar a gente que no habla catalán o castellano, hacer carteles solo en estos idiomas no tenía demasiado sentido. Hicimos carteles también en urdú y árabe, que son las dos lenguas que más se hablan en el barrio después del catalán y el castellano”, explica Iñigo Alcorta, educador responsable del Espai Tecnològic Comunitari la Betsaida.
Tres servicios de la Betsaida implicados en el Dona’t+
El programa tiene tres patas, que se llevan a cabo en tres servicios del Casal: Aula de Llengües, Rumb a la feina y el Espai Tecnològic Comunitari. Cada uno se enfoca en trabajar los tres ejes principales de Dona’t+. Los lunes, las mujeres van al Aula de Llengües para las clases de castellano, con la intención de hacer clases también en catalán cuando tengan una base del primero. Las primeras clases estuvieron enfocadas en conocerse entre ellas todo aprendiendo cómo presentarse en castellano, trabajaron vocabulario básico para el día a día, y recientemente han pasado a aprender palabras y frases para el ámbito laboral, en una entrevista de trabajo y otras situaciones. “Cuando aprenden el castellano, tienen confianza para que después en la calle se atrevan a hablar con gente que no conocen, y no necesitan una persona intermediaria. Ellas mismas se abren al mundo cuando salen de aquí”, explica Nawal El Boute, educadora del Aula de Llengües.
Los martes van a clase con Elena Hereu, educadora de Rumb a la Feina, del programa de Formación e Inserción Laboral (FIL) del Casal dels Infants. En estas clases las mujeres se preparan para entrar en el mundo laboral, se les enseña como funciona el mercado de trabajo en Catalunya y qué sectores existen para que sepan qué posibilidades de trabajo hay. Algunas de ellas no han trabajado nunca en el estado español pero sí en su país de orígen, y otras lo han hecho sin contrato laboral. Algunas, incluso, han ido a la universidad, pero en la gran mayoría siempre se han dedicado a las tareas de casa y de cuidados, explica Elena. Ahora ya están en la fase de empezar a escribir una carta de presentación, elaborar un currículum y practicar entrevistas de trabajo. “Es importante que ellas vean que tienen muchas cosas a aportar a nivel de competencias personales. Quizás no han trabajado oficialmente pero sí que han aprendido muchas cosas, por haberse dedicado a los hijos, por haber cuidado a gente mayor, por poder tirar una casa y una familia adelante; tienen muchas cosas a aportar”, afirma Elena.
Elena Hereu, educadora de Rumb a la feina: «Estas muejeres quizás no han trabajado oficialmente pero sí que han aprendido muchas cosas, por haberse dedicado a los hijos, por haber cuidado a gente mayor, por poder tirar una casa y una familia adelante; tienen muchas cosas a aportar»
Hoy, que es miércoles, y también los jueves, las mujeres vienen a clase informática. Seis de ellas se sientan alrededor de una mesa con los ordenadores portátiles delante, mientras escuchan a Iñigo explicar como funciona Infojobs, un portal de ofertas de trabajo, ahora que dominan un poco más el uso de ordenadores, de internet y de herramientas como el Gmail o el Drive.
A pesar de utilizar el móvil a menudo, las competencias digitales de las mujeres eran escasas, ya que o bien no tienen ordenador en casa o bien tienen el de su hijo o hija, pero no lo sabían utilizar, explica Iñigo. “Antes no sabía como buscar cosas por internet, ahora lo puedo hacer yo sola. Cada día siento que aprendo palabras nuevas y me siento un poco mejor”, asegura Sinam, participante del Dona’t+. A su lado, Afia afirma todo lo que dice su compañera, o podríamos decir, amiga. Afia empezó el curso sin saber hablar catalán o castellano y necesitaba que le fueran traduciendo las cosas al urdu. Ahora, habiendo pasado poco más de medio año, es ella la que traduce del castellano al urdu para las compañeras que les cuesta seguirlo.
Espacio para aprender y hacer amigas
Dona’t+, a parte de ser un lugar de aprendizaje y para adquirir competencias lingüísticas, digitales y laborales, es un espacio para que las mujeres hagan red más allá de su familia o las personas de su comunidad, para conocerse y compartir. “Hemos podido ver que entre ellas han hecho mucha piña, incluso siendo de culturas y nacionalidades diferentes. Ellas dicen que vienen aquí con sus amigas. Muchas no se conocían antes y ahora quedan por el barrio y quedan para venir juntas”, relata Elena.
Viniendo cada día al Casal se demuestran a ellas mismas que tienen muchas habilidades, que son capaces de aprender y da pie a deconstruir la idea que por ser mujeres se tienen que quedar en casa. “Cada día vengo, sé que tengo clases y que tengo que hacer cosas para mi. Me siento cambiada, antes por la mañana llevaba los niños a la escuela, volvía a casa, preparaba la comida, llegaba la hora que los niños volvieran… No tenía tiempo para mí, y ahora siento que este tiempo es para mí”, afirma Sinam.
Sinam Assarda, participante del Dona’t+: «Me siento cambiada, antes por la mañana llevaba los niños a la escuela, volvía a casa, preparaba la comida, llegaba la hora que los niños volvieran… No tenía tiempo para mí, y ahora siento que este tiempo es para mí»
Además, si tienen hijos o hijas de 0 a 3 años que no están escolarizados pueden venir con ellos y ellas, ayudando así a la conciliación familiar que les cuesta encontrar en otros sitios. Se ayudan entre ellas para cuidar del niño o niña, y refuerza el vínculo que comparten como madres.