En el Casal dels Infants, uno de nuestros objetivos para que los niños, niñas, adolescentes y jóvenes que acompañamos superen el riesgo de exclusión social es hacer frente a las desigualdades educativas. Por ello apostamos por garantizarles espacios de apoyo en el aprendizaje fuera del horario lectiva. Porque cada tarde, cuando salen de la escuela o el instituto, todavía les quedan muchas horas para aprender que pueden servir para fortalecer su itinerario educativo. Así, actuamos contra el riesgo de fracaso escolar o de abandono escolar prematuro. A continuación detallamos las cinco claves del refuerzo educativo en el Casal dels Infants, explicadas por Laura Garcia, educadora del Centro Abierto Anem i Tornem del Casal dels Infants de Santa Coloma de Gramenet.
1. Individualizado
Pese a que uno de los aspectos que trabajamos con los niños y niñas es la cohesión del grupo, las competencias relacionales y la resolución de conflictos entre iguales, en el caso del apoyo educativo buscamos dar respuesta a las necesidades de cada uno de ellos y ellas.
2. Promueve hábitos de estudio
Cada tarde trabajamos que los niños, niñas, adolescentes y jóvenes tengan el hábito de hacer un seguimiento de su agenda de tareas educativas. También insistimos en que planifiquen y se organicen el tiempo de estudio y encuentren estrategias para concentrarse, entre otros hábitos.
3. El catalán como herramienta de igualdad de oportunidades
Desde el Casal dels Infants defendemos el modelo de inmersión lingüística en los centros educativos. Este se impulsó para dar respuesta a la demanda popular que reclamaba que todos los niños y niñas tuvieran igualdad de oportunidades para aprender el catalán. Sin embargo, para garantizar una equidad real es clave garantizar espacios de apoyo educativo fuera del horario lectivo donde el catalán también sea la lengua vehicular.
4. Trabajamos en red con las escuelas y los institutos
En cada barrio nos coordinamos con el profesorado de los chicos y chicas que acompañamos para trabajar en red todo el acompañamiento socioeducativo. Gracias a esta coordinación detectamos necesidades educativas de cada niño o niña y podemos darles respuesta.
5. Involucramos a las familias
Sabemos que la implicación de las familias en los itinerarios educativos de sus hijos e hijas es muy positiva para el éxito educativo. Incluso cuando los padres y madres no tienen las competencias necesarias para ayudarles en las tareas escolares. El hecho de sentarse a su lado y dedicarles esta atención es una motivación para los pequeños y pequeñas. Así, estos últimos ven reconocido su esfuerzo y se sienten acompañados por los de casa a la hora de aprender.
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