El verano es largo y todos los niños, niñas, adolescentes y jóvenes deben poder disfrutarlo. Por ello en el Casal dels Infants desde finales de junio y hasta finales de agosto nos movilizamos para garantizar actividades educativas y de ocio a 1.600 chicos y chicas en situación de vulnerabilidad. Pero nuestra función no acaba asegurando que se lo pasen bien, compartan momentos y aprendan: somos fundamentales para continuar haciendo seguimiento de sus familias, especialmente de las que se encuentran en una situación de riesgo de exclusión más urgente, y coordinarnos con los servicios públicos que velan por sus derechos.
En estos dos meses y medio en los que las escuelas y los institutos cierran, somos un espacio seguro para los niños y niñas, y una referencia para sus familias, explica Eva Ledesma, directora del Casal dels Infants de Badalona: “Es importante mantener abiertos espacios como el Casal en julio y agosto, porque hacemos seguimiento de aquellas familias que son casos de riesgo, sea porque están en una situación de vivienda vulnerable, porque tienen trabajos muy precarios o porque hay competencias familiares que, por el motivo que sea, ahora no pueden asumir”.
Este acompañamiento a las familias lo hacemos en coordinación con los Servicios Sociales de cada municipio, los Equipots de Atención a la Infancia y la Adolescencia (EAIA) y otros servicios de atención a la infancia y las familias, con el objetivo de garantizar respuestas a las situaciones de emergencia, priorizando el interés y el bienestar de los niños y niñas.
Con nuestras actividades de verano también queremos garantizar el derecho a una alimentación adecuado a los niños, niñas, adolescentes y jóvnes, que en el casal de verano cuentan con un almuerzo nutritivo para comer y todas las comidas cuando están de colonias, campamentos o campos de trabajo.
Ayúdanos a seguir actuando para garantizar los derechos de los niños, niñas, jóvenes y familias con más obstáculos para salir adelante.
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