Hemos cerrado la sexta semana de confinamiento con la buena noticia de que los menores de 14 años pueden empezar a salir a la calle, siguiendo las medidas fijadas por las administraciones. Una semana más, compartimos otros aspectos en los que hemos centrado nuestros esfuerzos en los últimos días.
Necesidades básicas
Continuamos activando ayudas económicas de emergencia. Nos preocupa poder garantizar que las familias no se endeuden y parar a tiempo espirales de impagos que puedan complicar mucho su situación económica en un futuro inmediato.
Empezamos hoy en Santa Coloma la segunda tanda de repartos de kits educativos (material escolar, manualidades y juguetes) y también de alguna tarjeta de alimentación que todavía no se había podido entregar. Estos espacios acotados de apertura de los locales nos permiten tener un breve pero intenso contacto con las familias, hablar y mirarnos a los ojos un rato, lo cual resulta muy reconfortante para ellas y para el equipo.
En las ayudas a la alimentación, desde el inicio del confinamiento también estamos recibiendo las del programa Caixa Proinfància, un sistema de prestaciones que durante el curso ya facilita otros apoyos a las familias. Estas ayudas específicas para el período de confinamiento han sido de entre 100 y 600 euros por familia, en función de cuántas personas forman el núcleo familiar y de la situación de necesidad que tienen. En total, teniendo en cuenta todos los barrios donde actuamos, hemos recibido 111.900€ en prestaciones para la alimentación de familias del Casal, así como 71 tablets que se repartirán entre los niños, niñas y adolescentes que más las necesitan para seguir sus procesos educativos y formativos.
Aprender, más allá de la escuela
Ha empezado el tercer trimestre escolar online. Las familias valoran la educación de sus niños y niñas y quieren que puedan seguir el ritmo educativo y enviar los ejercicios y las actividades cuando toca. Tienen muchas dificultades para ayudarles y no cuentan con los recursos tecnológicos para hacerlo. Les apoyamos en este aspecto, pero no puede ser un agravante del estrés que ya sufren.
La escuela no es el único espacio educativo de los niños y niñas, ni el más importante en estos momentos. Los aprendizajes informales en caso, con la familia, jugando, colaborando en las distintas tareas cotidianas, pasando el tiempo, ayudándose, la convivencia con los demás, la autoregulación… son escenas educativas significativas mucho más relevantes que los ejercicios de la escuela, que deberían pasar a un plano secundario.
Reivindicamos el reconocimiento de la educación y la formación más allá de la escuela y queremos poner en valor todos los aprendizajes que los niños y los adultos estamos adquiriendo estos meses. No solo se aprende en la escuela. Nos referimos a la importancia del acompañamiento educativo más allá del entorno escolar, trabajando todas las competencias básicas para el éxito en el escolar en espacios no formales y de ocio, a través del juego y en grupo.
Por encima de todo, la urgencia ahora es garantizar el acompañamiento emocional. Nos centramos en consolidar las herramientas que nos permitan el contacto directo con los niños, niñas y adolescentes. Espacios de grupo, actividades de relación entre ellos y ellas. Nuestro acompañamiento debe priorizar calmar angustias, aportar seguridad, orientación y confianza. Abrimos ventanas en su confinamiento para que puedan reírse, relajarse, distraerse y respirar más tranquilos.
Niños y niñas en la calle
Desde este domingo, los niños y niñas pueden empezar a salir de casa, siguiendo las indicaciones que han dado las administraciones. Nos alegramos mucho por todos ellos y ellas, porque estos días han hecho un esfuerzo enorme para no salir de casa. Necesitan volver a pasar ratos al aire libre, especialmente los que han afrontado situación muy difíciles en el hogar.
Como equipo, tendremos que resolver muchas dudas de las familias, como hemos ido haciendo estos días. En este caso, explicarles y aclararles cuándo y cómo puede salir sus hijos e hijas a la calle, teniendo en cuenta que muchas tienen pocos recursos para acceder a la información y entenderla bien.
Falta de comprensión de la situación laboral
Nos preocupa que muchas familias tienen dificultades para entender cuál es su situación laboral actual. Nos encontramos con que algunas pensaban que estaban vinculadas a un ERTO y ahora entienden o descubren que realmente han sido despedidas, que no saben qué trámites deben realizar o cómo llevarlos a cabo. Es una situación muy angustiante para ellas.
Los servicios públicos de orientación jurídica que hasta ahora atendían personalmente están cerrados y solo responden telefónicamente, como también pasa con nuestro Servicio Sociojurídico Comunitario. Hacemos lo que está en nuestras manos para resolver la confusión generalizada, pero será necesario que las administraciones implementen más recursos para orientar a las familias.
Oportunidades laborales, pese a todo
Son muchos los padres y las madres que necesitan un acompañamiento para conseguir trabajo. Seguimos conectando a estos perfiles con las oportunidades de trabajo donde puedan encajar.
Durante el confinamiento, nuestro Programa de Formación e Inserción Laboral (FIL) ha gestionado 85 ofertas laborales, a las que han postulado 55 participantes del Casal, 43 han realizado una entrevista o están pendientes de realizarla y 20 han sido contratados. Ante la emergencia, el FIL también busca salidas para padres y madres del Casal que no están vinculados al programa. Se han tramitado 8 ofertas de trabajo para padres y madres del Casal Familiar del Raval.
Nuevas herramientas de trabajo en grupo
Todo el equipo nos estamos actualizando y haciendo uso de nuevas herramientas de trabajo en grupo, contamos con más dispositivos y potenciamos los espacios online. Cada vez llevamos a cabo más actividades por videollamada o a través de las redes, gracias a la implicación de los educadores y las educadoras y de las personas voluntarias.
En este sentido, muchos voluntarios y voluntarias nos transmiten y demuestran ganas de aportar ideas y de involucrarse en la nueva cotidianidad que vivimos.