En el Casal dels Infants afrontamos el 2024 con el compromiso de seguir acompañando a 7.000 niños, niñas, madres y padres en riesgo de exclusión social. Seguiremos sumando esfuerzos para garantizarlos apoyo social y educativo a través de nuestros 55 servicios. ¿Cuáles son los 6 retos con la infancia en riesgo de exclusión para el 2024 que creemos que hace falta abordar?
Pobreza infantil
La pobreza infantil es un problema grave y estructural. En Catalunya, un 27,5% de los niños y niñas se encuentra en riesgo de pobreza, pero si analizamos los datos en detalle, hay muchos municipios donde, en alguno de sus distritos, la mitad de los niños y niñas se encuentran en esta situación.
Para hacerle frente, defendemos que las administraciones públicas tienen que invertir más recursos en estos barrios que concentran los efectos de las desigualdades en los niños y niñas. Hacen falta redes comunitarias fuertes que sostengan el bienestar de estos niños y niñas en el día a día. Estas medidas ya están previstas en la Ley de los Derechos y las Oportunidades en la Infancia y Adolescencia.
En estas redes tienen que tener un papel clave los servicios de apoyo social y educativo, como los que tiramos adelante en el Casal dels Infants. Sabemos que tienen un impacto positivo muy importante en el día a día de los niños y niñas y familias que participan, y hace falta destinar más recursos para que lleguen a todo el mundo quien lo necesita.
Educación 0-3 y apoyo en la crianza
La etapa de los 0 a los 3 años determina el desarrollo del cerebro y buena parte del bienestar emocional de las personas. Es por eso que garantizar espacios educativos en esta etapa es una de las herramientas más eficientes para combatir las desigualdades sociales y la pobreza. No es suficiente estimular estos primeros aprendizajes de los niños y niñas, pero: hace falta garantizar apoyo en la crianza a quien los cuida, sus padres y madres.
En el Casal dels Infants apostamos por las dos cosas en nuestro servicio maternoinfantil Vincles. Al mismo tiempo, reclamamos un acceso universal y gratuito en las guarderías. En Catalunya, pero, solo 4 de cada 10 niños y niñas menores de 3 años tiene acceso. Por eso apostamos para que, hasta que no se garanticen plazas para todos los niños y niñas y de forma gratuita, se priorice la escolarización en esta etapa de los niños y niñas en riesgo de exclusión social. Por eso es urgente cambiar los criterios de prioridad en el acceso y la reserva de plazas para este perfil de niños y niñas, entre otras medidas, tal y como recogemos en el dosier ‘Petita infància, grans desigualtats’.
Competencias digitales
La brecha digital, es decir las desigualdades en el acceso y el dominio de las herramientas TIC, agrava cada vez más las desigualdades sociales que ya arrastrábamos. Si durante la pandemia esta brecha se hizo evidente y reaccionamos garantizando el acceso a dispositivos y conexión a la red a familias con niños que no tenían, ahora centramos los esfuerzos en que también puedan sacar el máximo provecho de estas herramientas.
El programa Tic Tac responde a este reto. Se trata de una estrategia transversal para hacer frente a dos ámbitos de la brecha digital: las desigualdades en el uso y la cualidad del uso de los recursos digitales. Apostamos porque los niños y niñas tengan competencias digitales que favorezcan su éxito educativo, para la metodología rol maker y para promover el bienestar digital. También trabajamos con las familias porque a través de las herramientas digitales puedan dar apoyo a sus niños en las tareas educativas, ejercer sus derechos, interaccionar con la administración pública, participar en la toma de decisiones en la comunidad y ampliar la red social.
Continuidad formativa
En Catalunya tenemos un 16,9% de abandono escolar prematuro. Es decir, esta es la proporción de chicos y chicas de entre 18 y 24 años que ha conseguido como máximo la ESO. No continuar estudiando más allá complica el futuro de estos chicos y chicas. Cambiar esta situación pasa por mejorar aspectos del sistema educativo, como el acceso a la educación 0-3, la falta de un financiación suficiente y la elevada segregación escolar. Pero también es clave garantizar espacios de apoyo educativo fuera del horario lectivo para los quien más lo necesitan. En el Casal dels Infants apostamos por este refuerzo de los aprendizajes con una visión de largo plazo: cada día y a lo largo de todas las etapas educativas.
De otro lado, en el Programa de Becas ofrecemos acompañamiento académico y ayudas económicas para garantizar la continuidad formativa de los chicos y chicas más allá de la etapa obligatoria. Financian estas ayudas la Fundació Nou Cims, la Fundació Kasperle y la Fundació Sandra Salgado Montells, para complementar la beca para estudios postobligatorios del estado.
Prestaciones más efectivas para los niños y niñas
Las transferencias sociales, es decir, el conjunto de prestaciones y pensiones de las administraciones públicas, son clave para reducir las desigualdades y la exclusión social. Los niños, pero, son los que menos se benefician. En Catalunya, a pesar de ser la franja de edad que más sufre la pobreza, solo uno de cada cuatro niños y niñas en riesgo de pobreza sale de esta situación gracias a las transferencias sociales.
Esta falta de protección social de los más pequeños supone una grave vulneración de sus derechos. Las políticas de garantía de renda condicionadas, y concretamente la Renda Garantida de Ciudadanía y el Ingreso Mínimo Vital, han demostrado tener un impacto claramente insuficiente en la reducción de la pobreza infantil. Reclamamos como alternativa una prestación de alcance de todos los niños y niñas, sin requisitos ni procesos de tramitación que reduzcan la eficacia y eficiencia, una medida que supondría un paso adelante muy importante para combatir la pobreza entre la infancia.
Vivienda y pobreza energética
La vulneración del derecho a la vivienda sigue afectando muchas familias con niños y niñas en riesgo en Catalunya, y es una situación que afecta todos los ámbitos de la vida de estos niños y niñas. Uno de cada cinco niños y niñas vive en un hogar donde la familia ni puede hacer frente puntualmente al pago de gastos relacionados con la vivienda o mantenerlo a una temperatura adecuada.
Los desahucios continúan siendo una lacra. A pesar de las moratorias y lo que contemplas las leyes, muchos niños y niñas pierden su casa. Ante esta situación, reclamamos garantizar un alquiler social a las familias en situación de vulnerabilidad antes de ejecutar un desahucio, tal y como prevé la ley 24/2015, de medidas urgentes para afrontar la emergencia en el ámbito de la vivienda y la pobreza energética. El realojamiento tiene que garantizar condiciones adecuadas para las familias con niños y niñas a cargo, haciendo prevalecer el interés superior del niño y evitando soluciones temporales y precarias como albergues o residencias. En el caso que sean viviendas de grandes tenedores, hace falta velar para que estos garanticen una vivienda social a las familias en riesgo de exclusión social, tal y como establece la ley 1/2022 para afrontar la emergencia en el ámbito de la vivienda.